Cambio de bañera por plato de ducha

El post de hoy va dirigido a aquellas personas que tienen pensamiento de cambiar la bañera por el plato de ducha. Nos hemos dado cuenta que este tema se merece un post y que cada vez es un tema mas frecuente entre nuestros propios clientes.

Con esto queremos explicar en qué consiste la reforma, qué debemos tener en cuenta y qué diferentes opciones debemos escoger. En este primer post sobre el cambio de bañera por plato de ducha, queremos explicar de un modo cercano cómo se realiza el cambio de bañera por plato de ducha.

¿EN QUÉ CONSISTE LA REFORMA?

Para instalar un plato de ducha, previamente debemos retirar la bañera. Lógicamente, nos encontraremos que la parte de la pared y el suelo donde estaba, no está ni solado ni alicatado.

Ejemplo retirada de bañera

Aquí surgirá el primer problema, salvo que tengas baldosas y azulejos de la obra original para solar y alicatar la zona (cosa poco probable), tendrás que buscar otra solución. Una solución limpia, vistosa y muy decorativa es la de colocar un plato de ducha que tenga como mínimo la misma superficie que la bañera. Con esto, tendrás resuelto el problema del suelo.

Para la pared, lo mejor es buscar un azulejo que contraste con el que hay colocado. No es recomendado intentar colocar uno igual, ya que SIEMPRE se notará. Incluso si encontráis el mismo modelo de azulejo, los tonos y el calibre de las piezas variarán de la que ya tenéis.

Por otra parte, tenemos el grifo. Lo más normal en una bañera es que éste, se encuentre colocado a unos 50-60 cms del suelo terminado. Además, tienen dos salidas de agua. Sin embargo, los grifos de las duchas están colocados habitualmente a 100-110 cms del suelo. Aquí tendrás que decidir si quieres invertir más o menos dinero.

Tienes varias opciones, una de ellas sería eliminar azulejo de todo el paramento donde esté ubicado el grifo, subir las tomas hasta la medida que quieras poner el nuevo grifo y alicatar toda la zona con el mismo azulejo que hemos elegido para la parte baja del plato de ducha.

Llegó la hora de elegir el propio plato de ducha. Lo más habitual es que una bañera tenga entre 150 y 170 cms de longitud y 70 cms de ancho. Como he comentado antes, lo lógico es comprar un plato de ducha que tenga la misma superficie. No es el momento de analizar todas las diferencias existentes entre los platos de ducha para poder escoger el más adecuado a nuestras necesidades (ya lo haremos más adelante en sucesivos post). Básicamente, podríamos decir que los platos de ducha se clasifican por su construcción: acero esmaltado, cerámicos, acrílicos y de resina.

acero esmaltado               cerámico                   acrilico                      resinas minerales

Los de acero se están descatalogando, ya que presentan más inconvenientes que ventajas (como por ejemplo, poca resistencia a impactos). Los cerámicos son muy resistentes y más económicos que los acrílicos, pero difíciles de encontrar a partir de 1,20 mts de largo. Los acrílicos, por su parte, presentan un mayor número de modelos, formas y tamaños (encontrando más fácilmente un plato de ducha que se adapta a nuestras necesidades). Por el contrario, los acrílicos suelen ser más caros y menos resistentes. Por último están los fabricados a base de resinas: no tienen limitaciones en cuanto a dimensiones, son extraplanos (incluso se pueden colocar a ras de suelo), y muy resistentes. El problema, como os podréis imaginar, es el precio. Pero os podemos asegurar que ya hoy ne día no es una cosa desorbitada entre 175 -500€ dependiendo de la medida.

EJECUCIÓN DE LA OBRA.

Una vez retirada la bañera y saneada la zona donde debemos alicatar, lo primero que se ha de hacer es preparar la base del plato de ducha. Si el plato de ducha es cerámico, con que os hagan un apoyo perimetral de ladrillo es suficiente. Sin embargo, si es acrílico, y además de grandes dimensiones, la cosa cambia. Es cierto que hay modelos que cada vez son más resistentes, pero si no queréis problemas a largo plazo, deben hacer un buen apoyo que evite deformaciones en el plato de ducha. Para ello, lo mejor es extender una capa de mortero bajo el plato de ducha, de modo que éste asiente totalmente. Os recomiendo evitar usar como relleno espuma de poliuretano (pues os levantará el plato de ducha) y arena, que se emplea en el relleno de bañeras. Es una solución algo más costosa, pero que nos ofrece mayores garantías.

El desagüe del plato de ducha deberá quedar bien conectado al sumidero. La conexión del desagüe con el bote sifónico se hace con tubería de PVC. Se puede hacer de mil maneras: empalmes, pegamento, tubería nueva, etc… Lo importante a comprobar es que no pierda ni una sola gota de agua y que evacue bien el agua, para lo cual el desagüe tiene que quedar más alto que el bote sifónico (parece una tontería, pero no es el primer desagüe que me he encontrado más bajo que el bote sifónico, por lo que el agua vuelve al plato de ducha).

Las tomas del grifo tienen más complejidad, ya que, dependiendo del material del que esté hecha la instalación, necesitaréis una herramienta u otra. En obra nueva (de unos 5 años hacia el presente) se ha impuesto el sistema multicapa o tuberías de polietileno reticulado. Por el contrario, antiguamente se realizaban las instalaciones en cobre. Difícilmente encontraréis instalaciones en plomo. Si es así, lo recomendable es cambiar toda la instalación de la vivienda.

Recibido el plato de ducha, sólo queda alicatar la zona. Esta tarea se debe realizar con el material adecuado. Recomendamos CEMENTO COLA, existen infinidad de marcas y para cualquier situación. Debéis prestar atención a que estén usando el material adecudo para vuestra vivienda. Los cementos colas se clasifican según el soporte donde se van a utilizar.

Si por ejemplo, vuestra pared es de pladur, se debe utilizar uno elástico. Si vais a alicatar con un azulejo porcelánico, se debe pegar con un cemento cola especial para este tipo de material. Es simple controlar esto. El propio saco tiene un “modo de empleo” donde se especifica en qué casos se puede emplear ese cemento cola.

Exigir que se emplee el adecuado, ya que de lo contrario tendréis problema a largo plazo (azulejos que se caen, juntas que se abren, etc…). El azulejo deberá apoyar sobre el plato de ducha para evitar filtraciones.

Para finalizar la instalación, un buen sellado perimetral evitará posibles filtraciones.
LA MAMPARA

Uno de los elementos que más encarece el cambio de la bañera por un plato de ducha es la mampara. Con la bañera podíamos evitar que se saliera el agua con una simple cortina de PVC, pero ahora es necesario, por lógica, algo más rígido.

Una de las soluciones más económicas es colocar un vidrio fijo y acceder a la ducha a través del lado opuesto a la grifería. Pero ya escribiremos más sobre las diferentes opciones que tenemos a la hora de cerrar nuestro plato de ducha.

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